(Agencias/InfoCatólica) El hombre de mediana edad, identificado solo como R.S. porque la misma justicia británica que le ha condenado a muerte prohibió dar sus datos personales, fue objeto de un cruel juego de retirada y readministración del tratamiento de soporte vital durante semanas de disputas en los tribunales británicos y europeos sobre si continuar con el tratamiento era lo mejor para él.
El viceministro de Relaciones Exteriores de Polonia, Piotr Wawrzyk, anunció a los periodistas el martes por la noche que el hombre murió y recordó que las autoridades de Polonia han hecho todo lo posible para salvarle la vida.
El gobierno de Polonia tomó medidas la semana pasada para llevarlo de vuelta al país para un tratamiento especializado.
El hombre, residente británico durante años, fue hospitalizado en coma en Plymouth, Inglaterra, el 6 de noviembre después de sufrir un paro cardíaco. Los médicos dijeron que su cerebro había sufrido daños graves y permanentes. Su mujer pidió que lo mataran retirándole la alimentación e hidratación, mientras que la madre, hermanas y sobrinos pidieron que le permitieran seguir viviendo porque él era católico provida y contrario a la eutanasia.
Precisamente ha sido su familia polaca quien ha difundido una imagen suya siendo recibido por San Juan Pablo II. Debido a la disposición del tribunal que lo condenó a muerte, la foto está editada para que no se reconozca bien su rostro
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