“¿De verdad consentiréis poner la salud en juego?”. “¿De verdad la concejalía de Turismo monta eso?”. Estos son algunos de los mensajes que circulan desde hace días por las redes sociales. La cuarta edición del Festival de Yoga Playas de Castellón iba cargada de polémica ya tres semanas antes de su celebración (que será del 5 al 7 de agosto), tal como informaba Eldiario.es.
La incorporación al programa de ponencias y talleres calificados como “pseudociencia” se han convertido en motivo de dura crítica, incluso compartida por el propio vicealcalde del Ayuntamiento de Castellón, Enric Nomdedéu, que ha alimento el debate con un artículo en su blog personal en el que comparte la visión de los escépticos, oponiéndose “a creencias que juegan con la salud de las personas, aprovechándose de la debilidad de un cuerpo enfermo o de una mente debilitada por el miedo a la muerte o a lo desconocido”.
Críticas de los escépticos
El colectivo ARP-SAPC (Alternativa Racional a la Pseudociencia-Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico) ha iniciado una campaña en Twitter para que el Ayuntamiento de Castellón retire su subvención y, además, deje de aparecer como organizador en el folleto. Según explica uno de sus miembros, Guillermo Peris, “no estamos en contra del yoga, estamos en contra de lo que creemos son timos y estafas”. En concreto, se refiere a varios de los actos incluidos en la programación y que figuran bajo títulos como “terapia cuántica grupal” o “chamanismo práctico”.
Nomdedéu reconoce en uno de sus tuits que “lamentablemente tengo que decir que estoy de acuerdo con las críticas”. Incluso recuerda que “las administraciones públicas debemos ser responsables”. Esas palabras no sorprenden a ARP-SAPC. En 2015, unas semanas después de asumir el bipartito (PSPV y Compromís) el mando del consistorio, el vicealcalde intentó paralizar un acto de Josep Pàmies en el Grao, “un agricultor que lo cura todo con hierbas”, precisa Peris. “Sin embargo, no hubo manera de impedir la ponencia. Sabemos que es escéptico y muy científico. Por eso, nos hemos puesto en contacto con él”.La polémica ha salpicado incluso al socio de gobierno, Castelló en Moviment. Su portavoz, Xavi del Señor, ha tenido que aclarar en las redes sociales que la formación asamblearia no está detrás del festival de yoga. “Nosotros no sabemos nada. Es cosa del ayuntamiento”, ha advertido.
La voz de los antisectas
Por otra parte, desde la asociación de prevención contra el sectarismo RedUNE han escrito una carta al Ayuntamiento señalando el riesgo que entrañan algunos de los temas que se ofrecen en el programa del festival de yoga y ofreciendo “un listado breve de cuáles son especialmente peligrosos y por qué, comenzando por el hecho de que, en general, la doctrina del yoga sobre ‘chakras’ y otros misticismos no está fundamentada y es una mala idea ofrecerlo a la población como nada más que ejercicios de estiramiento y flexibilidad”.
Se refieren a actividades “de las que tenemos constancia que son abiertamente fraudulentas y potencialmente peligrosas para la salud (algunas constituyen verdaderas sectas de riesgo pseudoterapéutico que han costado varias vidas, lo que debería haceros recapacitar sobre los filtros que aplicáis o no a estos eventos)”.
Así, pueden verse actividades como una titulada “Ponte en Marcha (psicoenergía y terapias holísticas)”. Por supuesto, nada de terapias serias ni contrastadas científicamente. Según la carta de RedUNE, “esta charla es publicidad encubierta de tratamientos muy nocivos para el público”. Basta con ver la página en Facebook del centro Heliopolis, que convoca, para darse cuenta de la promoción de pseudoterapias como la Bioemoción, las Constelaciones Familiares, el equilibrado de chakras o el Rebirthing.
Técnicas de la galaxia New Age
El listado continúa con charlas como “Equilibrio energético a través de los Cristales”, “Yoga ocular”, “Descodificación natural”, “Kundalini Dance Therapy”, “Sanación Cosmética Natural”, “Numerología Tántrica”, “Medicina inca”, “Chamanismo Práctico Contemporáneo”, “El origen de la enfermedad”, “Terápia Cuántica Grupal”, “Biodanza”, “El Tarot como camino de Evolución”, “Energías Sutiles”, “Un viaje por los chakras”, “Satnam Rasayan, Meditación profunda y Sanación con Kalsa Kaur”, “La magia de los Mantras”, etc.
En otras ocasiones los títulos parecen inofensivos, pero si se mira quiénes están detrás, la cosa cambia. Por ejemplo, hay una sesión de “Meditación”, pero la persona que la dirige se presenta como “numeróloga”. Lo mismo sucede con una charla a cargo de un profesor de Metafísica (una importante corriente del esoterismo contemporáneo). O la actividad titulada “Espiral energética”, conducida por una maestra de reiki. Bajo el epígrafe de “Actividades variadas”, organizadas por la Escuela Yug de la Gfu, resulta que se encuentra la secta esotérica Gran Fraternidad Universal. Y también está presente la secta Sahaja Yoga.
Como señalan desde RedUNE, algunas de las actividades sirven precisamente “para hacer caja a costa de la credulidad ajena”. Y cuando hablamos de salud y de técnicas que se presentan directa o indirectamente como terapéuticas, nos movemos entre el intrusismo profesional y la oferta de sanación que puede llevar a los pacientes a dejar tratamientos médicos convencionales, con el peligro que esto entraña.
Prácticas que pueden llevar a la muerte
Por eso RedUNE llega a decir que en el ámbito del origen emocional de la enfermedad y todo lo que deriva de la llamada Nueva Medicina Germánica, estamos hablando de “sectas que han ocasionado decenas de miles de muertes evitables en todo el mundo”. Ya se conocen diversos casos de muertes por esta razón, también en España. Son “delitos contra la salud pública”.
Tras su repaso a las actividades que se perciben como potencialmente de riesgo, desde RedUNE afirman: “esto no significa que el resto de las actividades sean inocuas (algunas como ‘Gestión Emocional’, Mindfulness o ‘El Regalo que hay en ti’ dependen ampliamente del contenido que se vaya a impartir), sino simplemente que no tenemos constancia de su peligrosidad más allá de lo ya comentado, y de que muchos grupos sectarios se enmascaran bajo la apariencia de cursos de yoga, mindfulness y gestión emocional para captar adeptos y reformar su pensamiento poco a poco”.
Y concluyen: “nos gustaría que fueran conscientes de que han creado un verdadero campo de minas para la salud mental y física de la población asistente. Esperamos que puedan hacer algo para minimizar su daño potencial y, en lo sucesivo, evitar este tipo de actos. En caso de cambiar alguna actividad, agradeceríamos que se nos notificara para reevaluar de nuevo su idoneidad de cara a la población”. No ha habido, hasta el momento, ninguna notificación en esta línea.
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