(InfoCatólica) Testimonio completo publicado en las redes sociales:
Después de años de oración, discernimiento, y un montón de lucha con Dios, fui recibido en plena comunión con la iglesia católica en la vigilia de Pascua de anoche, con Margaret como mi patrocinadora, Patrick Atrick, y Claire, además de la madre de Margaret, Helen, y otros queridos amigos.
Cuando mi madre estaba viva, siempre nos dijo a mi hermano y a mí, «no importa de qué raza sea la persona con la que te casas, solo asegúrate de que ambos compartis la misma fe». Margaret y yo siempre hemos tenido mucho más aspectos de nuestra fe en Cristo en común que diferencias (durante nuestra segunda cita, el 21 de enero de 1990, fui a misa en el centro católico de Santa María en Texas a & M, y hemos asistido a misa juntos semanalmente durante los 28 años desde entonces) Sin embargo, siempre he tenido el anhelo de que estuviéramos más unidos en una iglesia.
Con eso dicho, luché con muchas preguntas, conceptos erróneos y desconexiones en el camino. He tratado de aprender continuamente y crecer a través de la oración, estudiando las Escrituras, la teología y la historia de la iglesia, leyendo y buscando consejos sabios. A lo largo de mi vida también he estado rodeado por muchos cristianos católicos maravillosos cuyo fiel y amoroso testigo me ha inspirado continuamente y me han atraído, sobre todo el bello ejemplo vivido por mi increíble esposa y maravillosos hijos.
Este viaje ha profundizado mi aprecio por una maravillosa educación cristiana, mis años de experiencias dentro de la Iglesia Presbiteriana, el tiempo que estuve involucrado con los ministerios evangélicos mientras estaba en la universidad, y la bendición de llegar a trabajar y orar junto a las muchas partes diferentes del cuerpo De Cristo en mis más de 15 años de trabajo pro-Vida.
Tras una profunda experiencia durante una hora de adoración el pasado mes de septiembre, asistí a clases de RCIAA (ndr: catequesis para adultos) en los últimos meses. La Cuaresma tomó mucho más sentido de lo habitual para mí, mientras rezaba y ayunaba más intensamente que nunca con un gran deseo de seguir creciendo más cerca de Cristo. Ahora estoy lleno de alegría y estoy en plena paz sobre este próximo paso en mi vida de fe.
Esta noticia puede ser una sorpresa tanto para los que asumieron que ya era católico como para los que pensaban que nunca lo sería. Sin embargo, nada cambia sobre mi amor, aprecio y deseo de servir a todo el cuerpo de Cristo.
Gracias a todos cuyas oraciones, aliento y apoyo me han ayudado tanto a lo largo del camino.
Que tengáis una santa Pascua. Jesucristo, nuestro Salvador, ha resucitado hoy. ¡¡Aleluya!!
David Beiret es cofundador de 40 Days for Life, y su director nacional en EE.UU.
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