(ACI Prensa) En un comunicado publicado el 8 de abril en la cuenta de Facebook de la Archidiócesis de Sao Paulo, se aclara que la celebración del sábado «no se trató de una Misa, sino de un acto ecuménico» y fue «una iniciativa personal de quien lo promovió».
El texto precisa que «no hubo participación de la CNBB (el Episcopado brasileño) ni de la Archidiócesis de Sao Paulo» y que «el acto ocurrió fuera de la jurisdicción y la responsabilidad del Arzobispo y la Archidiócesis de Sao Paulo».
«El Arzobispo de Sao Paulo lamenta la instrumentalización política del acto religioso», concluye el texto.
El «acto religioso» se celebró sobre un estrado ubicado en el sindicato de trabajadores metalúrgicos y fue presidido por el obispo emérito de Blumenau, Mons. Angélico Sandalo Bernardino, de 85 años, que desde el inicio de su ministerio episcopal apoyó a Lula y al Partido de los Trabajadores (PT) al que pertenece el expresidente.
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