Tengo por Fernando Giménez Barriocanal, Vicesecretario de Asuntos Económicos de la Conferencia Episcopal Española (CEE), una opinión muy buena. Su posición al frente durante años y en distintas posiciones al frente de «los medios de comunicación» de la CEE, le han granjeado injustamente algunos enemigos. Yo no me encuentro entre ellos.
Prueba de este buen hacer es que en las presentaciones de resultados de las Campañas de Xtantos siempre consigue «colocar» su mensaje, los mejores aspectos. Y, la prensa los «compra»:
- En la Campaña de 2018 (que se refiere al IRPF del 2017), resaltó, y así lo destacaron los medios, que se había incrementado en más de 51 mil el número de declaraciones con la X marcada, y que había sido el récord de recaudación, con más de 267 millones de euros.
- En la Campaña de 2017, que aunque menos declarantes, se había aumentado un 2,83% la cantidad percibida.
Este año, campaña de 2019, el mensaje ha sido: Aumentan en 27.000 las declaraciones de la Renta en favor de la Iglesia católica.
Al que hay que añadir, además, la buena noticia de que la recaudación de la Iglesia por el IRPF alcanza su máximo histórico, 284 millones de euros, con un incremento de 16,6 millones.
La cantidad recaudada a favor de la Iglesia crece en todas las comunidades autónomas sin excepción, y en nueve de ellas, además, se constata también una subida del número de contribuyentes que marcan la X. Sobre todo, en Madrid, Andalucía, Murcia y Canarias. Por el contrario, Cataluña registra el mayor descenso.
Las regiones donde mayor porcentaje de personas decide colaborar con su IRPF al sostenimiento de la Iglesia son Castilla La Mancha (44%), Murcia (43,8%), La Rioja (44,9%), Extremadura (44%), Murcia (43,8%) y Castilla y León (42,2%). Casi la mitad de las declaraciones optan por sostener la labor de las entidades religiosas. En el otro extremo, Canarias (25,95%), Galicia (24.9%) y Cataluña (17,43%) marcan las tasas más bajas de asignación. Las provincias vascas y Navarra (32,56%) tienen un régimen especial, pero también se constata que en las zonas con influencia nacionalista el desapego es sustancialmente mayor y en descenso:
Lamento salirme de la interpretación común. Todo eso está bien, especialmente porque es cierto y porque la labor de transparencia es muy buena. Pero se ha incidido poco en un aspecto preocupante: por tercer año consecutivo el porcentaje de personas que «marcan la X» disminuye.
Ojo, lo preocupante es la tendencia más allá de que el dato de 2019 suponga el peor porcentaje desde que en 2007 se establece el nuevo modelo de asignación tributaria a la Iglesia Católica. Es cierto que la variación es muy pequeña (la gráfica es un zoom para que pueda apreciarse), pero 2,88 puntos en 5 años no son despreciables. También es motivo de reflexión que menos de la mitad de los consideran católicos (66,9% según el CIS de enero de 2019) marcan la «X a la Iglesia».
Que aumente el número total de declarantes o que varíe importe recibido no depende de la Iglesia, depende de la coyuntura económica; que sobre todos los que podían marcar la X, haya menos personas que lo hagan sí depende más de la Iglesia.
Estoy seguro que el equipo económico está en ello, y que aunque pronunciamientos y enmudecimientos episcopales en temas políticos y religiosos no están ayudando, su labor se verá recompensada.
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