(Cope) Según cuenta el diario La Nueva España, el listado de desperfectos de la profanación lo componen dos micrófonos que robaron, otro que arrancaron, velas encendidas que esparcieron por el suelo de la iglesia, daños en la pared y plantas, libros litúrgicos y el mantel del altar, quemados.
El testimonio de la primera persona que se encontró con los destrozos es escalofriante. Al parecer, entró al templo y empezó a oler a quemado. Y cuando vio lo sucedido en las cámaras de seguridad, enseguida reconoció a las malhechoras: habían estado en la iglesias una hora y antes. «Las saludé y les pregunté si querían algo, pero me dijeron que solo deseaban visitar la iglesia. Después de un rato se marcharon», ha contado el administrativo de la parroquia en el diario asturiano.
El mantel del altar
De los desperfectos causados por las jóvenes, uno de los más especiales era el mantel del altar, que ha quedado totalmente destrozado por las llamas causadas por las mujeres. «Era un mantel con una puntilla que había realizado una feligresa. Tardó medio año en hacerlo. Era una auténtica obra de arte y para nosotros tenía un valor incalculable», ha dicho el párroco de La Felguera, don José Antonio Couso.
Los hechos ya han sido denunciados ante la Policía Nacional, que investiga este acto vandálico.
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