El cardenal Sarah, Prefecto de la Sagrada Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos ha propuesto el primer domingo de Adviento como la fecha apropiada para que sacerdotes recuperen la costumbre de celebrar la Santa Misa ad Orientem, de cara al Señor.
El cardenal inauguraba el Congreso Sacra Liturgia UK, que se celebra en Londres entre el 5 y el 8 de julio, y respondía de modo concreto a la sugerencia que ya hizo hace unos meses en la entrevista de Famille Chrtienne en la que afirmó que el Concilio Vaticano II no pidió que el sacerdote mire hacia el pueblo durante toda la Misa. En la entrevista a la publicación francesa continuó explicando que si bien es adecuado que los lectores miren a la congregación, la situación es diferente para las partes de la misa en la que el sacerdote y la congregación están tratando directamente con Dios.
«Pero tan pronto como llegamos al momento en que uno se dirige a Dios – desde el Ofertorio en adelante – es esencial que el sacerdote y los fieles miren juntos hacia el Oriente. Esto corresponde exactamente a lo que querían los padres conciliares».
A los sacerdotes que piensan que están obligados a celebrar la misa de cara al pueblo, el cardenal Sarah les animaba a que la celebración ad Orientem es permitida sin necesidad de algún permiso especial.
En Londres ha sido más específico y directo«Es legítimo y se respeta la letra y el espíritu del Concilio. Como prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, deseo recordar que la celebración Ad Orientem está autorizada por las rúbricas, que especifican los tiempos en que el celebrante debe volverse hacia el pueblo.
Por lo tanto no es necesario tener un permiso especial para celebrar mirando al Señor»
«Es muy importante que volvamos tan pronto como sea posible a una orientación común, de los sacerdotes y los fieles vueltos todos hacia la misma dirección – hacia el este o al menos al tabernáculo – hacia el Señor que viene».
Además, el cardenal pidió prudencia a los sacerdotes que quieran comenzar con el cambio.
«Así, queridos Padres, les pido que implementen esta práctica en donde sea posible, con prudencia y con la necesaria catequesis, ciertamente, pero también con la confianza de pastor de que esto es algo bueno para la Iglesia, algo bueno para las personas».
Y para «ponerle fecha» recomendó el primer domingo de Adviento, el 27 de noviembre:
«Su propio juicio pastoral determinará cómo y cuándo esto es posible, pero tal vez comenzando esto el primer Domingo de Adviento este año, cuando esperamos ‘al Señor que viene’ y ‘que no tardará, puede ser un buen tiempo para hacer esto’».
Cuentan que al terminar los asistentes llenos de gozo aplaudían. En el Congreso se encuentra también (como cuenta Carmelo López Arias en ReL) el obispo de Fréjus-Toulon (Francia), Dominique Rey, organizador de las anteriores ediciones en 2013 y 2015, el arzobispo de San Francisco (Estados Unidos), Salvatore Cordileone y el obispo de East Anglia (Inglaterra), Alan Jones y otros expertos y monjes benedictinos.
Mons Rey anunció que dirigirá en breve una carta a los sacerdotes de su diócesis en el sentido expresado por el prefecto del Culto Divino, y él mismo empezará a hacerlo en su catedral.
Aunque Rorate Coeli mostraba cierta, y lógica, cautela afirmando que son bonitas palabras, pero no hay ningún documento, yo sí lo veo un paso de gigante, quizá no de la misma envergadura del Motu proprio Summorum Pontificum, pero sí un gran paso.
La prudencia con la que lo está gestionando es encomiable, que resalta sobre la falta de prudencia para la tergiversación de los textos conciliares y que «arrasaron» con el modo multisecular de celebrar la Santa Misa. Desgraciadamente va a ser complicado en algunos templos nuevos que los sacerdotes puedan llevarlo a cabo, en especial los que parece que no están concebidos para dar gloria a Dios.
Esperemos acontecimientos, porque ya han empezado las primeras zancadillas. Prevénganse de todos aquellos que dicen misa «de espaldas al pueblo», que es una expresión tan estúpida como decir que los que se sientan en los primeros bancos de la Iglesia asisten «de espaldas al pueblo».
Y ojo, la celebración ad Orientem no tiene nada que ver con celebrar en latín, celebrar o celebrar según la forma (que no Rito) extraordinario. Casi todas las combinaciones son posibles.
Espero poder compartir con vosotros el texto completo, porque también habló sobre el modo de recibir al Señor, el canto y otras muchas cosas.
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