(ACI/InfoCatólica) Hablando sobre la ley de identidad de género que se debatirá en el Parlamento desde el lunes 9 de abril, el Arzobispo de Santiago de Chile, Cardenal Ricardo Ezzati, aseguró que «no porque yo a un gato le pongo nombre de perro, comienza a ser perro».
El viernes 6 de abril y hablando con una periodista de Emol, el Purpurado fue cuestionado sobre la posibilidad que la ley de identidad de género les daría a los menores entre 14 y 18 años para realizar un cambio de sexo en el registro civil.
El Arzobispo dijo que «el tema fundamental no es simplemente la edad, es algo más, más profundo».
«Más allá del nominalismo, hay que ir a la realidad de las cosas. No porque yo a un gato le pongo nombre de perro, comienza a ser perro. Yo lo que digo, digamos, es que es una cosa que tiene muy poco sentido, objetivamente. Puede tener un sentido humano, de satisfacción de una situación, de una petición, pero, objetivamente ¿qué cosa significa? Es un cambio de registro», dijo el Purpurado a Emol durante la inauguración del año académico de la Universidad Católica.
El Arzobispo destacó también que se necesita un auténtico diálogo para tratar el tema: «El diálogo no es simplemente decir “mire yo pienso esto, tú piensas esto otro y se acabó”. Un diálogo verdadero tiene que estar fundado sobre razones que sean, digamos, de humanidad, que respeten la antropología, que busquen el bien de todos. Y eso sí, el diálogo siempre es oportuno», aseveró.
«Jamás hay que cerrarse al diálogo. Tampoco con aquellos que tengan opiniones diversas de la propia», resaltó.
El Arzobispo de Santiago explicó también que «lo importante es que dentro del respeto que nos debemos, podamos razonar coherentemente de acuerdo a los principios que rige el pensamiento, digamos, y la realidad de las personas».
Las palabras del Arzobispo generaron diversas críticas del lobby gay, que consideró las expresiones del Cardenal como discurso de «odio».
Para el dirigente del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh), Rolando Jiménez, «Ezzati una vez más ha cruzado la raya de todo lo tolerable. Comparar con animales a los niños, niñas y adultos trans es un brutalidad extrema, que violenta la dignidad humana de manera escandalosa».
Ante las críticas, el Arzobispado de Santiago divulgó una declaración en la que se señala que el Cardenal «lamenta que el uso de una alegoría para referirse al concepto de nominalismo haya sido interpretada como una ofensa a quienes merecen todo su respeto y aprecio».
«En el curso del diálogo con la periodista, el Arzobispo invitó a ir al fondo del tema y a no quedarse en el simple “cambio registral”, con respeto y desde una antropología integral», añade el texto.
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