(La Razón/InfoCatólica) El Comité fue creado en el año 2008 como un «órgano colegiado, independiente y de carácter consultivo, que desarrollará sus funciones, con plena transparencia, sobre materias relacionadas con las implicaciones éticas y sociales de la Biomedicina y Ciencias de la Salud».
Sus miembros muestran una gran preocupación por las consecuencias de esta ley entre el personal médico y los centros sanitarios que se encuentran en una situación comprometida. Y es que la norma aprobada –tras una tramitación exprés– recoge que el paciente podrá recibir la eutanasia cinco semanas después de solicitarla, tras ser informado de las distintas alternativas y de los cuidados paliativos disponibles y después de confirmar su voluntad de morir al menos en cuatro ocasiones a lo largo de todo el proceso.
El problema con la objeción de conciencia en la ley aprobada es que aunque se puede adoptar de forma individual, no es así a nivel institucional, de forma que, por ejemplo, un hospital católico no podría oponerse a que se aplique la eutanasia a alguno de sus pacientes.
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