(InfoCatólica) El arzobispo de Miami, Thomas Wenski emitió un comunicado en relación a las protestas masivas que tuvieron lugar en toda la isla de Cuba el 11 de julio de 2021.
Como obispo de una comunidad cubana muy numerosa ha querido estar cerca de la grey encomendada con una visión que muchos cubanos han sentido como más realista y sobrenatural que sus hermanos en la isla.
Mons. Wenski, incide en aspectos, que quizá por prudencia, pueden haber quedado oscurecidos en el comunicado de la Conferencia Episcopal Cubana.
Por un lado resalta y reconoce que entre los motivos de las protestas está la «falta de libertades» y además la de alimentos y la de «perspectivas de futuro» y por otro, alerta sobre las acciones represivas del gobierno contra los manifestantes por «la falta de libertades fundamentales, y la marginación y exclusión de quienes disienten de la 'línea de partido'»
Mons. Wenski termina recurriendo a la intercesión de la Virgen bajo la advocación de la Caridad del Cobre, patrona del país:
«A Jesús por María, la Caridad nos une». Que María Santísima, Nuestra Señora de la Caridad, escuche las oraciones de su pueblo y acelere para Cuba la hora de su reconciliación en la verdad, acompañada de la libertad y la justicia. Que, por intercesión de la «Virgen Mambisa», el pueblo cubano descubra cómo atravesar ese camino estrecho entre el miedo, que cede al mal, y la violencia, que bajo la ilusión de combatir el mal, sólo lo empeora. «Virgen de la Caridad, cúbrenos con tu manto».
El arzobispo de Miami encabezará hoy el inicio de la novena de oración «intensa» por Cuba que organizó el Santuario Nacional Ermita de la Caridad de Miami ante lo que califican como «una hora decisiva» para el país caribeño.
El Arzobispo @ThomasWenski convoca a rezar novena por Cuba. https://t.co/5c0zPlY63o
— Archdiocese of Miami (@CatholicMiami) July 13, 2021
Texto del comunicado
Además de la pandemia de COVID-19 que afecta a Cuba, a sus vecinos y al resto del mundo, la población cubana sufre una serie de privaciones: falta de libertades, falta de alimentos, falta de perspectivas de futuro. El domingo 11 de julio, las manifestaciones populares en toda la isla expresaron las frustraciones legítimas del pueblo cubano. Es trágicamente lamentable que el gobierno cubano haya optado por responder con acciones represivas y un discurso que amenaza con más violencia contra aquellos que, bajo la bandera de «Patria y Vida» y «No tenemos miedo», buscan un futuro mejor para sí mismos y para su país.
En su visita a Cuba en 1998, San Juan Pablo II exhortó al pueblo cubano, especialmente a sus jóvenes, a ser protagonistas de su futuro (cf. homilía en Camagüey). La falta de libertades fundamentales, y la marginación y exclusión de quienes disienten de la «línea de partido», frustran el sueño de José Martí, Apóstol de la Independencia cubana, de una Cuba «con todos y para el bien de todos».
José Martí también observó en una ocasión que «la patria es agonía y deber». Hoy los cubanos y los que no somos cubanos estamos muy conscientes de los sufrimientos de la nación cubana, y sentimos nuestro deber de ayudar a través de cualquier gesto posible de solidaridad efectiva, y también con nuestras oraciones.
«A Jesús por María, la Caridad nos une». Que María Santísima, Nuestra Señora de la Caridad, escuche las oraciones de su pueblo y acelere para Cuba la hora de su reconciliación en la verdad, acompañada de la libertad y la justicia. Que, por intercesión de la «Virgen Mambisa», el pueblo cubano descubra cómo atravesar ese camino estrecho entre el miedo, que cede al mal, y la violencia, que bajo la ilusión de combatir el mal, sólo lo empeora. «Virgen de la Caridad, cúbrenos con tu manto».
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